¡Hola! Soy yo, Kat. ¿O debería decir Katia de Jesús Herrera Gutiérrez? No importa, aquí realmente mi nombre no importa. ¿Sabes por qué? Porque en realidad aunque conozcas mi nombre, mi edad, mi aspecto físico, incluso mis deseos e ilusiones, tú, enserio, ¡NO ME CONOCES!
Pero no te preocupes, el misterio no durará por mucho, y aunque sé que es parte de mi encanto natural, hay cosas que he guardado por bastante tiempo y no puedo seguir ocultándolas. Malas o buenas, ya será cuestión tuya el cómo juzgarlas (aunque en lo personal me gustaría que te compadezcas de mí). Sí, lo sé, soy toda una dramática. Y por supuesto, me encanta llamar la atención. ¡Oh Dios! ¡Qué gran revelación! ¿No lo crees? ¡Ha! Claro que lo crees, según tú me conoces. ¿Seguro? ¿Me conoces? Porque hay secretos que jamás he revelado, secretos que ni yo misma me atrevía a decir, secretos que es posible que arruinen mi vida, o tal vez, sólo liberarme.
Y de seguro te preguntarás: ¿Cómo rayos voy a creerle a una pinche mentirosa de lo mejor?
No te preocupes, no te estoy obligando a creerme, sólo a divulgar mi historia. ¿Ves el punto al que quiero llegar? Mi única intención es... ser escuchada.
Porque las cosas que publicaré son recuerdos, son ideas, son pensamientos, crudos y brutales, que demuestran mis sentimientos en su estado más puro, son historias que podrían perderse en el vástago universo, pero a mí me persiguen, me sofocan, me hacen sentir miserable... como una sombra.
Esto es lo que soy ahora, ésta es mi vida. Ésta es mi única VERDAD. La que no conocías. La que a continuación sabrás...
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